Víctor Cruzado
Apaciguada por el momento la tensión entre Venezuela y Colombia, y a la espera de que esta última encauce las aguas de su relación con Ecuador, Latinoamérica no muestra mayores signos de albergar un conflicto bélico en un horizonte cercano. Pese a ello, la mayoría de los países de la región han acometido un notable incremento de su gasto en políticas de armamento desde 2005. ¿Falta de confianza en los vecinos o búsqueda de mayor peso político por medio de la intimidación?
Venezuela y Chile encabezan la clasificación de países latinoamericanos con mayor gasto en armas durante el pasado año, y la República Bolivariana parece decidida a continuar con esta tendencia. Como muestra, el reciente viaje del presidente venezolano, Hugo Chávez, a Rusia, donde la compra de armamento y la cooperación técnico militar dominaron el encuentro entre ambos gobiernos.
Según un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en 2006 Venezuela ocupó el puesto número 17 entre los adquirientes de armamento, con un gasto cercano a los 500 millones de dólares. Esta cifra creció hasta los 890 millones y le supuso el noveno puesto en ese ránking el pasado año, y la tendencia continúa al alza, ya que Moscú se ha mostrado dispuesto a conceder a Caracas un crédito de hasta 800 millones para estos fines.
La mejora del potencial bélico de Caracas es observada desde distintos sectores como un intento por perfilarse como una potencia regional y poder equipararse a Brasil, mientras que desde Venezuela se insiste en que sólo se trata de una modernización de su Ejército para repeler un eventual ataque estadounidense.
Pero pese a su esfuerzo, su potencial bélico aún se encuentra bastante alejado de Brasil, que encabeza el listado de potencias militares del continente según la publicación Military Power Review en el periodo 2005-06, seguido por Perú, Agentina y Chile. Venezuela ocuparía el quinto lugar. El Gobierno de Lula da Silva hace tiempo que decidió optar por el rearme y reforzar sus fronteras. Para este año, Brasil ha incrementado hasta en un 50% su presupuesto bélico, en una decidida apuesta por asentarse como el principal referente militar en la región, así como en un posible árbitro en futuros conflictos.
Industria propia
La gran diferencia en relación con el resto de vecinos es que la mayor parte de este dinero se empleará en el desarrollo de una industria militar propia en oposición a la compra de armamento externo. Para ello, a principios de año Lula llegó a un acuerdo con la Francia de Sarkozy para la transferencia de tecnología militar gala, lo que posibilitará que el gigante suramericano refuerce su postura como potencia militar regional. De este modo, Brasil se confirma como el único país que tiene un plan estratégico de defensa con intereses bien definidos.
Una rápida respuesta al también ambicioso programa de rearme chileno, iniciado en la presidencia de Ricardo Lagos para reemplazar el material obsoleto. Este programa descansa en la Ley del Cobre, que otorga el 10% de los beneficios obtenidos por la venta de esta materia a la compra de armas, y que ahora vive tiempos de bonanza. El rearme chileno ha arrastrado a Perú, país con el que mantiene conflictos fronterizos desde hace más de un siglo. Colombia, por su parte, se ve obligada por la guerra interna contra las FARC.
Como afirma Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano, la carrera armamentística en Latinoamérica “ya no es sólo algo verbal. Sin embargo, cada país sigue una dinámica diferente, dependiendo de sus condicionantes”.
Apaciguada por el momento la tensión entre Venezuela y Colombia, y a la espera de que esta última encauce las aguas de su relación con Ecuador, Latinoamérica no muestra mayores signos de albergar un conflicto bélico en un horizonte cercano. Pese a ello, la mayoría de los países de la región han acometido un notable incremento de su gasto en políticas de armamento desde 2005. ¿Falta de confianza en los vecinos o búsqueda de mayor peso político por medio de la intimidación?
Venezuela y Chile encabezan la clasificación de países latinoamericanos con mayor gasto en armas durante el pasado año, y la República Bolivariana parece decidida a continuar con esta tendencia. Como muestra, el reciente viaje del presidente venezolano, Hugo Chávez, a Rusia, donde la compra de armamento y la cooperación técnico militar dominaron el encuentro entre ambos gobiernos.
Según un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en 2006 Venezuela ocupó el puesto número 17 entre los adquirientes de armamento, con un gasto cercano a los 500 millones de dólares. Esta cifra creció hasta los 890 millones y le supuso el noveno puesto en ese ránking el pasado año, y la tendencia continúa al alza, ya que Moscú se ha mostrado dispuesto a conceder a Caracas un crédito de hasta 800 millones para estos fines.
La mejora del potencial bélico de Caracas es observada desde distintos sectores como un intento por perfilarse como una potencia regional y poder equipararse a Brasil, mientras que desde Venezuela se insiste en que sólo se trata de una modernización de su Ejército para repeler un eventual ataque estadounidense.
Pero pese a su esfuerzo, su potencial bélico aún se encuentra bastante alejado de Brasil, que encabeza el listado de potencias militares del continente según la publicación Military Power Review en el periodo 2005-06, seguido por Perú, Agentina y Chile. Venezuela ocuparía el quinto lugar. El Gobierno de Lula da Silva hace tiempo que decidió optar por el rearme y reforzar sus fronteras. Para este año, Brasil ha incrementado hasta en un 50% su presupuesto bélico, en una decidida apuesta por asentarse como el principal referente militar en la región, así como en un posible árbitro en futuros conflictos.
Industria propia
La gran diferencia en relación con el resto de vecinos es que la mayor parte de este dinero se empleará en el desarrollo de una industria militar propia en oposición a la compra de armamento externo. Para ello, a principios de año Lula llegó a un acuerdo con la Francia de Sarkozy para la transferencia de tecnología militar gala, lo que posibilitará que el gigante suramericano refuerce su postura como potencia militar regional. De este modo, Brasil se confirma como el único país que tiene un plan estratégico de defensa con intereses bien definidos.
Una rápida respuesta al también ambicioso programa de rearme chileno, iniciado en la presidencia de Ricardo Lagos para reemplazar el material obsoleto. Este programa descansa en la Ley del Cobre, que otorga el 10% de los beneficios obtenidos por la venta de esta materia a la compra de armas, y que ahora vive tiempos de bonanza. El rearme chileno ha arrastrado a Perú, país con el que mantiene conflictos fronterizos desde hace más de un siglo. Colombia, por su parte, se ve obligada por la guerra interna contra las FARC.
Como afirma Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano, la carrera armamentística en Latinoamérica “ya no es sólo algo verbal. Sin embargo, cada país sigue una dinámica diferente, dependiendo de sus condicionantes”.
Fuente:lagaceta.es
1 comentarios:
Es tonto creer q el dinero compra el verdadero poder . Claro , Hugo Chavez , Lula da Silva y Michelle Bachelet estan invertiendo poderosamente en rearme . Pero hay q tener analisis de las situaciones .
Una buena organizacion , coordinacion y compartimiento de ideas seguras hacen q una buena escuadra sea imparable , por que de q sirve q tienes 1000 tanques rusos si no hay gente realmente que sean bien organizadas
Ademas vemos q en el Perù se instalo las compras militares como secreto de Estado a lo mismo que fue en Fujimori , demostrandose posteriormente que se gasto mas de lo que se habia pensado
El gobierno de Alan Garcia P. tiene 500 proyectos de compras militares .. Es absurdo creer que por cada uno de esos proyectos se va gastar 1,3millones , si se esta pensando comprar 3 submarinos tipo Armur creo ... Ademas si los demas paises comprar fuertemente de afuera ... Entonces el peruano como emprendador y El Estado debe invertir en el desarrollo armamentista interno .. Para ser potencia suramericana y comprar de afuera simplemente cosas naturales
En caso q haya guerra con Chile u otro pais . no son 400 000 personas(FF.AA)las q lucharian . sino 28 millones de personas ... Como lo hizo en algun momento el soldado desconocido
!!Viva el Perù!!
Publicar un comentario
Escriba empleando términos alturados, de lo contrario su comentario será eliminado. Gracias.