Las hipótesis de conflicto que son el esqueleto de la geopolítica de Chile, es decir, de sus FFAA y la Cancillería hoy exhiben cojeras. Durante decenios tuvo vigencia la HV3 que barajaba la opción de conflicto a tres bandas. El país sería objeto de ataque simultáneo por Perú, Bolivia y Argentina.
Se estuvo cerca de esta situación al finalizar el XIX. En el norte dos repúblicas habían sido amputadas territorialmente: Bolivia pierde Antofagasta y al Perú se le mutila Tarapacá, Arica y Tacna. Por otro lado -allende los Andes- culmina la Campaña del Desierto y Argentina se extiende hasta Tierra del Fuego.
Con la operación que encabeza el general Roca tropas y flota de Argentina amagan el extremo sur y amenazan los derechos de Chile defendidos desde Bulnes y Rosas. Un monzòn de chauvinismo cae sobre los dos países. Del litigio diplomático se pasa a afilar las bayonetas emprendiendose armamentismo desenfrenado.
Ambos gobiernos optan por el arbitraje y se suscriben los Pactos de Mayo rubricados por el abrazo del Estrecho. Se impone el principio "Argentina en el Atlántico y Chile en el Pacífico". Lo cierto es que Chile, ensangrentado por la Guerra Civil de 1891, está exhausto. Por otro lado, Lima y La Paz aprovecharían la conflagración para la revancha.
Apenas ayer, a propósito del Beagle. La cúpula castrense trasandina prepara el conflicto armado Chile. El pretexto son las islas Picton, Lenox y Nueva que, se asegura, generan bioceanidad a la república del Mapocho. Se vulneraría así el principio ya formulado. Por otro lado, hay delirios napoleónicos en Buenos Aires y en Valparaíso.
Chile emerge malherido del derrumbe de Allende, el amunicionamiento es deficitario, hay prohibición de venta de armamento a Santiago y temor de que la HV3 opere. Ello impulsa a Pinochet a disminuirlo suscribiendo el Acta de Ayacucho y culminado con el Abrazo de Charaña. No es suficiente y se recurre al Vaticano.
El sueño de bioceanidad de los uniformados rioplatenses se pospone. Los militares mapochinos saben que, en caso de choque armado, el país se reduce a una franja extendida de Copiapó a Puerto Montt. El litigio del Beagle -que Perón ofrece resolver en 1953 sin ser escuchado por La Moneda- al borde del casus belli, lo resuelve la mediación. Malvinas poco después altera la geopolítica austral.
Ahora -al borde del fallo de La Haya- vale la pena un comentario. Ya no se afilan yataganes a orilla del Mapocho, aunque siguen asomando -como anacondas del pantano, quienes ponen de relieve la función "disuasiva" de los artefactos de guerra que adquieren los "socialistas" Presidentes Lagos y Bachelet. Esos patrioteros son de derecha e izquierda.
No es todo. La HV3 tiene otros ingredientes. En caso de guerra con los tres vecinos -enemigos de ayer, de hoy, de mañana y de siempre, según la dogmática geopolítica mapochina- se contaría con el apoyo de Ecuador que atacaría a Perú por la espalda, de Paraguay que haría lo propio con Bolivia y de Brasil que no vacilaría en amagar a Argentina.
Tal esquema hoy cojea. Quito está en el ALBA, Asunción mantiene buenas relaciones con Palacio Quemado, Brasilia coexiste con Buenos Aires en el MERCOSUR. Hoy no se dispone de "aliados inmediatos" y la geopolítica de Santiago se añeja y hasta apolilla. No queda otra que resolver problemas via jurídica.
Tarea urgente es generar una geopolítica suramericana, dar vida al interior de UNASUR de una Corte Interestatal de Justicia, activar un TIAR criollo... Lo anotado no es fácil. Es negativa la Alianza del Pacífico y el marchitamiento del MERCOSUR. Quizás de CELAC nazca luz que ilumine e invite a la acción.
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECh
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2 comentarios:
Es evidente que detrás de "las guerras de Chile" siempre ha habido un trasfondo de miedo a perder tajadas de torta por parte de las clases dominantes y de comerciantes chilenos (y a veces no chilenos viviendo en Chile) y a una campaña desinformativa muy sistematizada para manipular al pueblo chileno vendiéndole la religión del patrioterismo. La guerra de la independencia americana fue una cruzada de pueblos criollos contra España imperialista, pero en Chile se pinta muchas veces como "ayuda chilena", cuando era una guerra por su propia supervivencia. La historia de la "Confederación Peru-Boliviana" es otra muestra de manipulación comunicacional que hasta hoy alimenta chauvinismos basados en una falsa lectura de la historia. La cosa entonces en juego, era si la integración latinoamericana intentada por Santa Cruz convenía a la clase política chilena en el poder, y como "no convenía" se armó una especie de guerra civil que involucró a chilenos, peruanos y bolivianos contra otros chilenos peruanos y bolivianos, que culminó en Lima. Lo que muchos saben ver como una especie de guerra civil a escala mayor, se vende en Chile como victoria chilena, como una guerra de Chile ganada contra dos países. La realidad nunca fue así. El factor común es siempre el poner a Chile ante su pueblo como posible atacado y a partir de allí hacer que el pueblo haga la guerra azusado y dirigido por comerciantes y políticos a su conveniencia. Lo mismo sucedió en la Guerra del Pacífico y bueno (Chile la sacó "fácil" por enfrentar a una Bolivia débil y a un Perú más débil y en crisis a todo nivel. Una guerra comercial bien calculada por los dueños de turno) pero que casi dejó al pais a merced de Argentina quien era realmente el riesgo en ese entonces...Los señores del salitre se inventaron dos enemigos potenciales para los siglos posteriores al XIX que hasta ese entonces no llegaban nunca a serlo... El fantasma argentino fue usado por Pinochet como instrumento de manipulación y justificación, pero muy medida, para no llegar a una guerra de verdad porque podía perderse. Hasta hoy casi no hay libro en Chile donde las verdades se digan, porque no convienen a esa clase que hasta hoy manda en ese país. El pueblo es "maleducado a conveniencia" y la hipótesis de guerra contra tres es más de lo mismo. Gasto militar innecesario, pueblo engañado, patrioterismo exacerbado y en tiempos actuales, realmente algo arcaico... En toda suramérica, felizmente, suenan hace lustros, otros vientos. ¡De acuerdo con el autor de la nota!, es muy meritorio que un chileno escriba de forma tan objetiva. Veritas liberabit vos.
Que curioso si perdemos tierra somos buenos vecinos, si las defendemos somos beligerantes y malos vecinos. Quieren atacar entre tres a un país chico, que sin embargo le ha ido bien los últimos años.
Dicen que somos atrasados geopolíticamente y en armamento en caso de conflicto ¿entonces porqué se preocupan tanto de nosotros, cual es el temor si a todas luces podemos ser vencidos?
Nos tratan de mapochinos en forma peyorativa, sin embargo no comemos ratones.
No somos negros, chicos, mechas tiesas, cogote de almeja, patas cortas, pero nos siguen tratando de mapochinos.
No vendemos celulares robados, ni somos nanas, ni vivimos hacinados, ni vivimos de la caridad estatal en otros países como ustedes y nos siguen tratando de mapochinos.
Además los analfabetas, flojos, sucios y vagos son ustedes, deben echarse un acaricida para que maten las garrapatas y vivan la vida propia y no meterse con los vecino que además los alimentan y les dan trabajo, paitocos mal nacidos.
Nelson Davies
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