Rolando Páucar Jáuregui Físico nuclear
Durante mi última visita a Brasil participé del Seminario de Energía Nuclear en la Universidad del estado de Río de Janeiro, interesante reunión en la que se debatieron, además, aspectos económicos, políticos y ambientales de algunos de sus principales proyectos.
Uno de esos prospectos está vinculado con la construcción de un submarino nuclear. Fue el que más interés concitó en los asistentes; la exposición estuvo a cargo del contraalmirante Alan Paes Leme Arthou, gerente del proyecto y construcción de la base y del astillero de Itaguaí.
No es para menos, una larga aspiración brasileña está camino a concretarse: el desarrollo de su propio submarino nuclear.
Este proyecto data de varias décadas atrás, cuando en 1979 la Armada brasileña inició un programa para construir un reactor nuclear de doble uso adecuado para propulsar un submarino y para la generación de electricidad para uso civil.
También contemplaban el desarrollo del ciclo de combustible para darle autonomía en el enriquecimiento de uranio, que este país ahora produce.
Así, Brasil diseñó una política de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Defensa Nacional, a partir del documento Concepción Estratégica para CTI de interés para Defensa, elaborado en 2003 y revisado en 2008, y el Plan de Acción en Ciencia, Tecnología e Innovación de 2007, dirigido a defensa y desarrollo nacional.
El 17 de diciembre de 2008 el gobierno brasileño hizo pública su Estrategia Nacional de Defensa y mostró al mundo su decisión de llevar a cabo un plan de reorganización y reorientación de sus fuerzas armadas y la organización de su industria nacional de material de defensa.
Se definieron nuevas directrices estratégicas basadas en tres sectores decisivos para la defensa nacional: el cibernético, el espacial y el nuclear.
Lo que persigue Brasil, entre otras metas, es desarrollar un complejo militar-universitario-empresarial basado en el estímulo de iniciativas conjuntas entre las organizaciones de investigación de las Fuerzas Armadas, las instituciones académicas nacionales y las empresas privadas brasileñas.
El plan es integral porque busca vincular la estrategia nacional de defensa brasileña con su modelo de desarrollo nacional.
Si se cumple el cronograma establecido –el submarino nuclear brasileño, que se llamará Álvaro Alberto, en homenaje al militar que introdujo la energía nuclear en ese país sudamericano– estaría navegando con cien tripulantes en 2025.
Vía | elperuano.pe
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