En la última semana, los grupos armados de la oposición realizaron un atentado bomba en Damasco y atacaron zonas residenciales con morteros. Parte de la resolución de la Liga Árabe indica que el diálogo político debe ser la salida al conflicto.
La Liga Árabe reafirmó este martes que sus Estados miembros tienen derecho a dar ayuda miliar a los grupos armados sirios que pretenden derrocar al gobierno de Bashar Al Assad en una resolución adoptada en la cumbre del organismo en Doha.
En una reunión en la que representantes de la oposición siria ocuparon el asiento del país, La Liga Árabe destacó que "cada Estado miembro tiene del derecho de aportar, según su voluntad, todos los medios de autodefensa, incluidos los medios militares, para sostener a la resistencia del pueblo sirio y del Ejército Sirio Libre (ESL)".
Esta resolución que permite armar a los grupos armados sirios generó que Irak y Argelia expresaran sus reservas y que el Líbano no firmara el texto, al igual que Irán, quien también calificó de “precedente peligroso que la Coalición Nacional Siria, oposición apoyada desde el extranjero, ocupe el lugar del gobierno en esa organización”.
En la resolución, por otro lado, se expresa que la prioridad es encontrar una solución política al conflicto armado, pese a que parte de la oposición siria se niega a entablar un diálogo nacional, como propuso el gobierno, porque su única condición es que Al Assad dejé de ser presidente del país.
La oposición
Por pedido de Arabía Saudita y Qatar, el exjefe de la Coalición Nacional Siria, Ahmad Moaz Al Jatib, y el primer ministro del virtual gabinete de la oposición, Ghasan Hitto, ocuparon el asiento que le correspondía a Siria hasta que en 2011 cuando fue suspendido. Al Jatib llamó a que los “países hermanos y amigos ayuden a la oposición para que ocupen el asiento de Siria en la Organización de Naciones Unidas y en las organizaciones internacionales”.
Además indicó que el futuro de su país no debe ser determinado por las potencias extranjeras, como Irán y Rusia. Sin embargo, sostuvo que le pidió a Washington que instale un batería de misiles tierra-aire en el norte del país, cerca de Turquía, donde lla Organización del Atlántico Norte (OTAN) puso el sistema Patriot (similar al que pide Al Jatib) bajo el pretexto que de que el Ejército sirio había enviado dos cohetes a territorio turno, lo que nunca fue confirmado.
En tanto que el emir de Qatar, el jeque Hamad ben Jalifa Al Thani, pidió una solución política en Sirio con la condición que no suponga una vuelta atrás y descartó que el presidente Al Assad continúe en el poder. Su país, y Arabía Saudita, son dos de los principales acusados de financiar y armar a los rebeldes, según el gobierno sirio y reportes de medios internacionales.
El conflicto
En la última semana, los grupos armados de la oposición realizaron un atentado bomba en Damasco, la capital siria, y atacaron zonas residenciales con morteros, según lo que denunció el gobierno sirio. La ofensiva ocurrió hace màs de una semana cuando hicieron lo mismo con armas químicas en Aleppo, al norte del país, y mataron a 26 personas, hecho que también fue reportado por el Ejecutivo y es investigado por la ONU.
No se trata de la primera vez que estos grupos armados irregulares, llamados rebeldes sirios por la prensa occidental, violan el Derecho Internacional. Miembros de esas fuerzas terroristas, dos semanas atrás, perpetraron una ola de atentados en la capital del país, Damasco.
Estas acciones armadas, convalidadas por el opositor Ejército Libre Sirio, constituyen para Damasco “un ataque sistemático y amplio dirigido contra la población civil”, un hecho que, además, representa un crimen de lesa humanidad, de acuerdo con el Estatuto de Roma que regula la Corte Internacional de La Haya.
Igualmente, los ataques de los armados son calificados como terrorismo por los parámetros estipulados en gran parte de la legislación mundial.
La guerra emprendida por los grupos irregulares es financiada y respaldada por países como Estados Unidos, Israel, Qatar, Arabia Saudita, Turquía y Gran Bretaña, quienes envían armas y dinero a los terroristas. También ha trascendido, en medios que Israel y Estados Unidos, que los armados son formados y entrenados en otros países, como Jordania.
Esta intervención extranjera en los asuntos internos de Siria ha sido criticada en varias ocasiones por los gobiernos de de Siria, Rusia, Irán, China y Venezuela, países que exigen que la solución del conflicto sea determinada por los ciudadanos del país árabe, bajo la figura de la “autodeterminación de los pueblos”, contemplada por la ONU.
Esta guerra le ha costado al Estado sirio unos 12 mil millones de dólares en daños materiales. El gobierno de Al-Assad convocó al Ejército Libre Sirio y al resto de la oposición a un diálogo nacional, pero, mientras dicha iniciativa fue aceptada por una parte de la oposición, los grupos armados la rechazaron.
Según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el conflicto se cobró la vida de 70 mil personas y obligó a huir del país a cerca de un millón de sirios.
Vía | telesurtv.net
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