Aviones stealth en la demostración de fuerza ante Corea del Norte

Northop Gruman trabajó sus aviones stealth -aparato diseñado para absorber y desviar las radiaciones de los radares- basándose en el Horten 2-29

Muchos de los instrumentos de guerra que se disponen en la actualidad fueron desarrollados a partir de prototipos capturados a Alemania al finalizar la II Guerra Mundial.

La Alemania de Hitler nunca terminó de aceptar que estaba perdiendo la guerra, y hasta los últimos instantes se estaban investigando prodigiosos instrumentos de guerra como supermisiles (los V1 y V2 comenzaban ya a sobrevolar Inglaterra), gigantescos cañones cuyo tamaño nunca antes había sido visto, ingenios voladores capaces de alcanzar los Estados Unidos y previstos para bombardear Nueva York, o incluso la bomba atómica.

Muchas personas no saben que el V2 fue el primer objeto humano en alcanzar el espacio y también el progenitor de todos los cohetes modernos. El alemán Wernher von Braun, responsable del diseño y construcción de los misiles alemanes tipo V, se pasó a los americanos al finalizar la guerra, y fue el responsable en crear el cohete Saturno V con el que el hombre alcanzó la Luna. Algunos investigadores aún especulan sobre si el “V” del Saturno era un 5 o realmente un homenaje a la “V” de sus antecesores.

Todos estos prodigiosos avances alemanes surgían de investigaciones constantes apoyadas con ingentes medios científicos y materiales, y muchas de estas investigaciones han tenido que ver pasar decenios para verse materializados en aparatos actuales, como los bombarderos furtivos B-2 o “stealth”, inspirados incluso en su salida de gases en los Horten 2-29.

Uno de los prototipos más sorprendentes que los alemanes fueron capaces de poner en funcionamiento en 1944 fue el Messerschmitt Me 262, el primer avión de combate de reacción del mundo que aún hoy es considerado el diseño aeronáutico alemán más avanzado que jamás haya existido. Fue un hito en la historia de la aviación, y los alemanes pensaron utilizarlo para alcanzar las costas norteamericanas y bombardear Nueva York. Según algunos expertos, este aparato real fue un avión que hubiera sido capaz de recuperar la supremacía aérea para la Luftwaffe, aunque el reducido número de los que se construyeron y emplearon lo impidió.

Otro aparato muy interesante fue el mencionado Horten 2-29 o Ho-IX, un impresionante prototipo de cazabombardero diseñado por los hermanos Horten que llegó tarde a la Segunda Guerra Mundial, construido por Gothaer Waggonfabrik AG. Los hermanos Horten, oficiales de la Luftwaffe, fueron pioneros en aviones de ala total sin cola, y sus diseños solo han podido ser emulados hasta hace pocos años. Realmente los hermanos Horten diseñaron estos prototipos a partir de planeadores con los que estaban investigando, pero a los que finalmente añadieron motores a reacción recién desarrollados.

Los actuales “stealth”, como los que Estados Unidos acaba de desplegar sobre Corea, se inspiran totalmente en los rotundos diseños de los Horten, que aprovecharon toda la potencia de los nuevos motores a reacción para lograr un avión casi sin salientes, una verdadera ala delta de líneas limpias y de aerodinámica y velocidad de maniobra superior a cualquiera otro construido con anterioridad.

Por cierto, este aparato fue uno de los primeros en incorporar asiento eyectable. Los restos de uno de estos aparatos, que parecen salidos de una película de ciencia- ficción, se conservan en el Museo Nacional del Aire y el Espacio (National Air and Space Museum) de la Institución Smithsonian en los Estados Unidos.

Hubo también un precioso avión inglés de los años 50, el Havilland D-H-110 Sea Vixen, que tuvo un final terrible durante una exhibición en 1952 durante el Festival de Farnborough. Aunque llevaba una especie de doble cola unida por un gran alerón central, el Sea Vixen recuerda inevitablemente al Horten por la salida de las toberas y la suave forma de ala delta.

Un halo de mito

Los diseños impulsados por Alemania durante la II Guerra Mundial siempre han estado rodeados de un halo de mito. El acierto de la estructura de guerra alemana fue el de disponer medios casi ilimitados para lograr la supremacía en la confrontación, y ello llevó a una carrera de armamento no emulada ni siquiera durante la Guerra Fría. Los alemanes ya sorprendieron desde el inicio de la guerra con algunos de sus novedosos aparatos de combate como el “stuka”, con sus alas en uve doble, o el ME 109, uno de los aviones de combate más versátiles y acertados de toda la II Guerra Mundial.

Otras creaciones que aún sorprenden son el gigantesco y superpesado tanque Landkreuzer P-1000 “Ratte”, que incorporaba dos cañones, llevaba antiaéreos y pesaba más de 1.000 toneladas. La dotación prevista era de unos veinte hombres, y para moverse habría utilizado varios motores de barcos o de submarinos que desarrollarían más de 15.000 cv para mover el espesor del blindaje de buque acorazado que hubiera portado.

Los alemanes si llegaron a materializar un arma terrorífica también de enormes dimensiones, el Dora, un titánico cañón que debía ser transportado por vía férrea y que fue empleado en el frente de Rusia. A pesar de su corta vida de poco más de dos semanas, se considera hoy en día la mayor arma de artillería jamás construida, que precisaba una dotación de 2.000 hombres sobre 25 vagones.

Proyectos asombrosos son también son el TR-5b-Tragflügelboot, un rapidísimo hidrofoil que incorporaba motores a reacción, el Heinkel Wespe de despegue vertical, o el desarrollo de unidades de imbatibles cazadores nocturnos provistos de las primeras “linternas de infrarrojos”.

Algunos estudiosos interpretan que si la guerra hubiera durado unos pocos meses más, tal vez el curso de la historia pudiera haber sido otro. Suele pensarse que las situaciones extremas contribuyen a que los hombres busquen soluciones inimaginables o novedosas.

- Estados Unidos -en la actual crisis en el Mar de China como informó Hechos de Hoy- desplazó dos aviones stealth sobre Corea del Sur, en la segunda demostración de fuerza ante Corea del Norte después de que un bombardero B52 realizó un recorrido similar. Los bombarderos recorrieron más de 6.500 millas desde sus bases en Missouri.

Vía | hechosdehoy.com