Ministro chileno Goñi y sus homólogos colombiano y peruano, Juan Manuel Santos y Ántero Flores Aráoz, el martes 10 en la capital chilena.
“Fue un encuentro muy cordial, pero hubo algunos bazucazos”, reconoció un miembro de la Cancillería peruana que participó en el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el martes último en Chile.
En el céntrico Hotel Crown Plaza de Santiago, los ministros de Defensa de Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela, Surinam, Guyana, Chile y Perú se reunieron para promover la cooperación militar en la región.
La homologación de gastos y transparencia de las adquisiciones bélicas fueron ineludibles en la discusión. El ministro de Defensa de Chile, José Goñi, declaró a la prensa que su país “tiene la buena costumbre de informar a nuestros vecinos de las decisiones sobre adquisiciones de material bélico, cosa que no todos hacen”. Añadió que él se entera “a través de la prensa”, y no por los canales oficiales, de las compras militares del Perú.
Goñi se refería a un informe aparecido recientemente en el diario El Mercurio, según el cual el Ejército peruano adquirió el año pasado medio millar de misiles antitanque a Rusia e Israel. Efectivamente, durante la gestión del comandante general EP Edwin Donayre, se compraron 244 misiles rusos Kornet por US$ 25 millones y otros 244 misiles Spike, de origen israelí, por US$ 48 millones. Son considerados como los misiles antitanques más poderosos.
El ministro de Defensa Ántero Flores Aráoz, quien se reunió en privado con Goñi, replicó que estas compras son “absolutamente transparentes” y no afectan el equilibrio regional. Por el contrario, forman parte de un programa que recién empieza y que puede ser calificado de modesto si se le compara con el millonario plan armamentista chileno.
El presupuesto de Defensa peruano es de US$ 650 millones de aquí al 2011. El gobierno chileno incrementó su inversión militar a US$ 2,300 millones solo el año pasado, lo que significa un crecimiento del 8.3% respecto del 2007, de acuerdo al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en Londres.
En la última década, Las Fuerzas Armadas de Chile (FACH) han adquirido 10 cazas F-16 norteamericanos, otros 18 cazas F-16 holandeses, dos submarinos Scorpene, cuatro fragatas Meko-200 y 342 tanques Leopard. El llamado ‘Plan Bicentenario’ contempla la renovación total del parque de guerra para el 2010, según la prensa de ese país.
En ese mismo camino, por cierto, están Venezuela y Brasil, con presupuestos de defensa de US$ 3,300 y US$ 20,100 millones, respectivamente, sostiene el IISS.
Goñi alega que “Chile no está aumentando su gasto en defensa”, sino que “está haciendo inversiones de modernización de los sistemas de armas”. Pero el asunto genera comprensible preocupación en el contexto de las relaciones bilaterales con el Perú.
POR SUPUESTO, no es el único frente. En el gobierno consideran que el canciller Alejandro Foxley impuso en su gobierno la necesidad de expresar permanentemente que Chile considera la presentación de la demanda de límites marítimos ante La Haya como un acto inamistoso. En ese orden de ideas, los efectos de ese resentimiento en las relaciones se expresan en la suspensión de las reuniones del 2+2 y en las expresiones recurrentes y subidas de tono de Foxley y otros integrantes de la administración de Michelle Bachelet. Pero en términos más concretos –como el normal intercambio comercial– todo discurre en relativa normalidad.
El juego de Foxley también le ofrece una bocanada de oxígeno político. En Chile se especuló sobre su salida del gabinete el pasado diciembre. El análisis de Torre Tagle arroja que las relaciones entre él y la presidenta Bachelet no son las mejores. Foxley se habría opuesto a la reciente visita de Estado a Cuba, pero Bachelet insistió en hacerla efectiva. Tras el desplante de Fidel Castro, que publicó un artículo donde apoyaba la demanda marítima de Bolivia luego de reunirse con la chilena, Bachelet almorzó de todos modos con el actual presidente Raúl Castro. Mejores reflejos, comentan los diplomáticos, tendrían que haber desembocado en el inmediato retorno a Santiago. Del mismo modo, la mandataria no puede encontrarse satisfecha con el manejo que la diplomacia chilena ha demostrado en sus relaciones con el Perú, consideradas prioritarias en un principio.
El canciller José Antonio García Belaunde declaró que el Ejecutivo esperaría la respuesta del Tribunal Constitucional a la demanda contra el TLC con Chile presentada por un grupo de parlamentarios la semana pasada (CARETAS 2069). Sabe que allí lleva las de ganar, pues los cuestionamientos tienen más base política que jurídica, sobre todo cuando el tratado entra en vigencia mientras las relaciones bilaterales vienen en una espiral de deterioro.
Por lo pronto, Ollanta Humala considera que más presión hará reaccionar al TC, y su partido organizó protestas contra el tratado en el sur del país entre el jueves 12 y el sábado 14.
Con respecto a las críticas relacionadas a las inversiones chilenas en sectores estratégicos, insisten desde el Ejecutivo, siempre quedará la cláusula de seguridad nacional que no se limita a las expropiaciones, sino a la suspensión del Tratado por razones de seguridad nacional. No se espera llegar a tales extremos, pero la presentación de la memoria del Perú ante La Haya el próximo 20 de marzo, consistente en cuatro volúmenes de anexos y mapas, dará mucha tela para cortar.
Fuente: Caretas
1 comentarios:
Ojala que Chile con todo lo que ha invertido en armas lo justifique plenamente en un supuestamente choque con Perú, porque con tanta plata gastada solo veo armamento de segunda adaptado con tecnología, lo que nosotros con menos dinero hemos hecho y estamos haciendo compras más selectivas, efectivas y sin tanto derroche. Nuestra mira no es en hacer una carrera armamentista sino tener lo suficiente para tumbarnos todo su arsenal escondido y desenmascararlos de una vez por todas. Saludos desde Lima.
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