Venezuela compra 24 aviones militares a China a cambio de más cuota petrolera

PABLO M DÍEZ PEKÍN
De su paso por Pekín, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no sólo se ha llevado el apoyo del país que está llamado a hacer de contrapeso de Estados Unidos en el mundo, sino también un jugoso contrato para aumentar sus exportaciones de petróleo al sediento coloso asiático.
Dentro de los 20 acuerdos de colaboración suscritos en materia energética, científica, tecnológica y agrícola, China invertirá 2.731 millones de euros y Venezuela otros 1.365 millones para incrementar su comercio de petróleo, que en estos momentos asciende a unos 330.000 barriles de crudo al día y podría llegar al medio millón el próximo año. Para 2012, el objetivo del presidente Chávez es que un millón de barriles de petróleo venezolano tengan como destino el gigante oriental.
En la actualidad Venezuela es el sexto socio comercial del «dragón rojo» en Latinoamérica y sus intercambios comerciales superaron los 4.700 millones de euros el año pasado, mientras que este ejercicio está previsto que crezcan hasta los 5.471 millones.
«Antiimperialista y maoísta»
A pesar del importante aumento de la producción que implica el acuerdo con China, Chávez insistió en que su país tiene petróleo para todos sus clientes, entre los que figura Estados Unidos, a los que volvió a criticar durante su estancia en Pekín. «China ha demostrado que no hay que atacar a nadie para ser una gran potencia», aseguró el caudillo venezolano, que se declaró «antiimperialista y maoísta» y abogó por fortalecer su alianza con el régimen de Pekín para hacerle frente a Washington.
Con este objetivo, Chávez ha comprado 28 aviones Karakorum-8 para entrenar a sus pilotos y radares de tierra. El K-8, desarrollado de manera conjunta por China y Pakistán, es un avión ligero equipado con dos ametralladoras y pequeñas bombas que ya opera en países como Egipto, Sudán, Zimbabue y Sri Lanka. Antes, Venezuela había comprado el avión de entrenamiento brasileño Super Tucano, pero la Casa Blanca anuló el trato porque dicho aparato contenía componentes estadounidenses.
El acuerdo supone un importante paso adelante en la colaboración entre ambos países, por lo que Pekín podría ofrecer en el futuro sus cazas Chengdu J-10 para reemplazar los obsoletos F-16 de las Fuerzas Aéreas de Venezuela, que no pueden ser reparados por el embargo de EE.UU. sobre la venta de componentes militares.
Además, China lanzará el 1 de noviembre el satélite de telecomunicaciones venezolano Venesat-1, que transmitirá telefonía, internet, vídeoconferencias y otras señales desde el Caribe hasta Paraguay. «Antes teníamos que mendigar a EE.UU. ahora hacemos negocios con los chinos», se congratuló Chávez antes de partir a Moscú.

Fuente: abc.es