El gobierno de Chile inició la segunda etapa en el proceso de licitación para elegir a la empresa que fabricará un satélite que prestará servicios a ese país.
Moderna agencia espacial
Pero el satélite se enmarca dentro de un proyecto más amplio, diferente a anteriores experiencias y pruebas realizadas por este país, que consiste en la modernización de la Agencia Chilena del Espacio, con el objeto de contar con información autónoma de precisión para la agricultura, pesca, minería, obras públicas, medio ambiente y otros sectores productivos y de servicios.
La idea es repotenciar esta agencia para dotarla de amplia capacidad ejecutiva y de coordinación sectorial de carácter civil, así como para que pueda gestionar en el futuro todos los asuntos vinculados al uso del espacio, promover y adecuar la demanda de servicios satelitales y encargarse de las próximas adquisiciones espaciales para Chile.
Rafael Romero
Aplicación geoestratégica y militar
Según el Ministerio de Defensa de Chile, el valor del satélite será de US$ 70 millones, aunque el precio final sólo se conocerá en la negociación con el proveedor que resulte seleccionado. Como puede observarse, la cifra que tenía planeado gastar ese país inicialmente –US$ 40 millones previstos hace una año– ha aumentado considerablemente, por lo que no se descarta que al final esos US$ 70 millones anunciados podrían subir a un monto mayor.
Y si estos recursos se destinan de esta manera tan inmediata, es porque Chile quiere darle a este satélite una aplicación geoestratégica y militar. Es decir, por más que la información oficial de ese país pondere que su satélite –ahora en la etapa final de licitación- se orientará a la investigación científica y a la optimización de los mecanismos de prevención y mitigación de catástrofes o desastres naturales, lo cierto es que servirá fundamentalmente para la vigilancia del territorio chileno y el control de la actividad fronteriza de sus vecinos (alerta temprana).
Con esta licitación, que deberá concluir en marzo de este año, Chile concluirá un sueño acariciado por Pinochet: contar con satélite propio. Este presidente fue quien creó, mediante Decreto Supremo N° 1068, del 11 de agosto de 1980, el Comité de Asuntos Espaciales, presidido por un Oficial General de la Fuerza Aérea de Chile y con el objeto de desarrollar la política espacial chilena.
El dato
Desde el lanzamiento del primer satélite (fASat-Alfa), el 31 de agosto de 1995, Chile ha acumulado enorme experiencia a pesar del fracaso de este intento. No se detuvo frente a la adversidad y tres años después, el 10 de julio de 1998, lanzó su segundo satélite (FASat-Bravo) que llegó a orbitar la Tierra.
Fuente: Expreso
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