Entre el 2004 y el 2006, Colombia destinó USD 4 500 millones anuales a los gastos militares. Venezuela aumentó ese rubro en un 46,04%.
Redacción Mundo. Con Corresponsal en Bogotá y AP
En medio de las crecientes tensiones entre Colombia y Venezuela y de Nicaragua con Colombia, una carrera armamentista tiene lugar en América Latina.
Redacción Mundo. Con Corresponsal en Bogotá y AP
En medio de las crecientes tensiones entre Colombia y Venezuela y de Nicaragua con Colombia, una carrera armamentista tiene lugar en América Latina.
El pistoletazo de salida lo dio el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez. Empezó hace tres años una sostenida política de compras de nuevos armamentos que permite a la Fuerza Armada Nacional (FAN) disponer de 100 000 fusiles Kalashnikok AK-103, 53 helicópteros Mi-26, Mi-35 y Mi-17, y una flotilla de aviones cazas Sukhoi-30, todos de fabricación rusa.
Las compras se incluyen en un paquete total por USD 30 700 millones que Caracas pretende gastar hasta el 2012, para ejecutar el plan de revitalización de las tres ramas de la FAN -Marina, Ejército y Fuerza Aérea-. La mayor parte del pastel se llevará Rusia, según un informe de Forecast International (FI), una consultora sobre la industria militar con sede en Connecticut, que fue publicado meses atrás por el diario estadounidense El Nuevo Herald.
En la misma línea, el portal de Infolatam (información y análisis de América Latina) revela que el gasto militar en Venezuela aumentó entre el 2004 y el 2006 en un 46,04%, por lo cual se convirtió en el país de la región que más ha gastado en armamento.
En el 2006, Chávez firmó un contrato para comprar aviones caza MIG-29 rusos y durante su última visita a Rusia, en julio del 2007, anunció la compra de cinco submarinos. El líder llanero ha hallado en el gobierno de Vladimir Putin un proveedor de armamentos al cerrársele el mercado de EE.UU. El gobierno de George W. Bush declaró, en el 2006, un embargo de armas a Venezuela.
Y el ministro venezolano de Defensa, Gustavo Rangel Briceño, no descartó, el martes, compras adicionales. “Estamos hablando de armas de pequeño calibre para dotar a nuestros hombres en la parte individual, y armas de mayor calibre, sobre todo las orientadas a la defensa aérea”, señaló a la prensa.
La posible adquisición de más armas que estudia Caracas coincide con el deterioro de las relaciones con Colombia y las acusaciones que Chávez hizo a Bogotá de que planea con EE.UU. una “agresión militar” contra Venezuela “para desatar una guerra”.
En ese escenario de deterioro de sus relaciones bilaterales con Venezuela, Colombia también fue de compras el mercado de armas, en este caso de Israel, que le proveerá 13 aviones K-fir repotenciados y modernizará otros 11 que le había vendido en el pasado, según confirmó el Ministerio de Defensa colombiano.
Las aeronaves de combate llegarán entre el 2009 y el 2010 y su vida útil se calcula en 20 años, adelantó el ministro Juan Manuel Santos. La negociación, cuyo monto no fue precisado, se concretó durante la visita que realizó Santos a Jerusalén, la semana antepasada.
Entre 1997 y el 2004, Colombia destinó casi USD 40 000 millones a la compra de armas. Así lo señala un informe del Balance Militar Sudamericano, que fue elaborado por la Fundación Seguridad y Democracia de Bogotá. Si bien la cifra colombiana luce abultada, el informe advierte particularidades del gasto.
Un primer punto tiene que ver con el histórico bajo presupuesto estatal dedicado al sector militar en el país. Hasta antes de los noventa, el gasto militar de Colombia (el segundo en población en América del Sur y uno de los más estables económicamente) era inferior al 2% del PIB. Es decir, un porcentaje menor al del resto de países de la región.
A partir de 1997, la tendencia se revierte. Es aquí donde aparece la segunda consideración del informe: el criterio del gasto militar colombiano se orienta a la lucha antisubversiva interna y no a episodios de defensa nacional o de involucramiento en un conflicto internacional.
En esta última década, y debido al incremento del gasto militar, el porcentaje del PIB que se destina en Colombia ha superado los parámetros sudamericanos. Es decir, el 3,5% del PIB dirigido a ese efecto es casi 1,5% más alto que el promedio regional.
Entre el 2004 y el 2006 el gasto militar ronda por los USD 4 500 millones anuales. A finales del 2005, y con este nuevo presupuesto, Colombia hizo una de las compras más grandes en equipo militar de su historia: adquirió 25 aviones Super Tucano.
Pero no solo Colombia y Venezuela gastan. Brasil tiene aspiraciones mayores: desea convertirse en una potencia militar, como se confirmó el martes pasado, tras la cumbre entre los presidentes Lula da Silva, y de Francia, Nicolás Sarkozy, en la Guayana Francesa.
Allí se acordó que París transferirá tecnología militar a Brasil para la fabricación de un tipo de submarino, helicópteros y un modelo de avión de combate Infolatam advierte que el gobierno de Lula elabora un Plan Estratégico Nacional de Defensa, “vinculado al desarrollo nacional”, que permita potenciar la industria de defensa y un “parque científico propio” .
El plan para este año prevé un aumento del 53% en el presupuesto para Defensa, que pasa de 6 500 millones de reales en el 2007 a 10 000 millones de reales (USD 5 714 millones), en el 2008.
Otros que gastan
El diario chileno El Mercurio publicó que Chile echó a andar un proyecto de renovación de equipos militares por USD 500 millones, que incluye compras hasta el 2014. El paquete comprende las adquisiciones de 10 aviones F-16 a EE.UU. y otros 18 de igual tipo a Holanda. Pero estos últimos son usados.
Adicionalmente, la Marina chilena ya dispone de un submarino de tipo Scorpene, bautizado O’Higgins, aparte de que se compraron tres fragatas. Los submarinos Scorpene disponen de seis tubos de lanzamiento para 18 armas de tipo convencional (torpedos). Y pueden permanecer bajo el agua hasta 50 días.
El Gobierno del Perú, en tanto, según el reporte de Infolatam, incrementó este año su presupuesto para Defensa a USD 450 millones. Se trata de uno de los mayores montos en la historia reciente del país.
Con 258 277 efectivos, el pie de fuerza militar en Colombia es el segundo más alto de la región, después de Brasil.
Las compras se incluyen en un paquete total por USD 30 700 millones que Caracas pretende gastar hasta el 2012, para ejecutar el plan de revitalización de las tres ramas de la FAN -Marina, Ejército y Fuerza Aérea-. La mayor parte del pastel se llevará Rusia, según un informe de Forecast International (FI), una consultora sobre la industria militar con sede en Connecticut, que fue publicado meses atrás por el diario estadounidense El Nuevo Herald.
En la misma línea, el portal de Infolatam (información y análisis de América Latina) revela que el gasto militar en Venezuela aumentó entre el 2004 y el 2006 en un 46,04%, por lo cual se convirtió en el país de la región que más ha gastado en armamento.
En el 2006, Chávez firmó un contrato para comprar aviones caza MIG-29 rusos y durante su última visita a Rusia, en julio del 2007, anunció la compra de cinco submarinos. El líder llanero ha hallado en el gobierno de Vladimir Putin un proveedor de armamentos al cerrársele el mercado de EE.UU. El gobierno de George W. Bush declaró, en el 2006, un embargo de armas a Venezuela.
Y el ministro venezolano de Defensa, Gustavo Rangel Briceño, no descartó, el martes, compras adicionales. “Estamos hablando de armas de pequeño calibre para dotar a nuestros hombres en la parte individual, y armas de mayor calibre, sobre todo las orientadas a la defensa aérea”, señaló a la prensa.
La posible adquisición de más armas que estudia Caracas coincide con el deterioro de las relaciones con Colombia y las acusaciones que Chávez hizo a Bogotá de que planea con EE.UU. una “agresión militar” contra Venezuela “para desatar una guerra”.
En ese escenario de deterioro de sus relaciones bilaterales con Venezuela, Colombia también fue de compras el mercado de armas, en este caso de Israel, que le proveerá 13 aviones K-fir repotenciados y modernizará otros 11 que le había vendido en el pasado, según confirmó el Ministerio de Defensa colombiano.
Las aeronaves de combate llegarán entre el 2009 y el 2010 y su vida útil se calcula en 20 años, adelantó el ministro Juan Manuel Santos. La negociación, cuyo monto no fue precisado, se concretó durante la visita que realizó Santos a Jerusalén, la semana antepasada.
Entre 1997 y el 2004, Colombia destinó casi USD 40 000 millones a la compra de armas. Así lo señala un informe del Balance Militar Sudamericano, que fue elaborado por la Fundación Seguridad y Democracia de Bogotá. Si bien la cifra colombiana luce abultada, el informe advierte particularidades del gasto.
Un primer punto tiene que ver con el histórico bajo presupuesto estatal dedicado al sector militar en el país. Hasta antes de los noventa, el gasto militar de Colombia (el segundo en población en América del Sur y uno de los más estables económicamente) era inferior al 2% del PIB. Es decir, un porcentaje menor al del resto de países de la región.
A partir de 1997, la tendencia se revierte. Es aquí donde aparece la segunda consideración del informe: el criterio del gasto militar colombiano se orienta a la lucha antisubversiva interna y no a episodios de defensa nacional o de involucramiento en un conflicto internacional.
En esta última década, y debido al incremento del gasto militar, el porcentaje del PIB que se destina en Colombia ha superado los parámetros sudamericanos. Es decir, el 3,5% del PIB dirigido a ese efecto es casi 1,5% más alto que el promedio regional.
Entre el 2004 y el 2006 el gasto militar ronda por los USD 4 500 millones anuales. A finales del 2005, y con este nuevo presupuesto, Colombia hizo una de las compras más grandes en equipo militar de su historia: adquirió 25 aviones Super Tucano.
Pero no solo Colombia y Venezuela gastan. Brasil tiene aspiraciones mayores: desea convertirse en una potencia militar, como se confirmó el martes pasado, tras la cumbre entre los presidentes Lula da Silva, y de Francia, Nicolás Sarkozy, en la Guayana Francesa.
Allí se acordó que París transferirá tecnología militar a Brasil para la fabricación de un tipo de submarino, helicópteros y un modelo de avión de combate Infolatam advierte que el gobierno de Lula elabora un Plan Estratégico Nacional de Defensa, “vinculado al desarrollo nacional”, que permita potenciar la industria de defensa y un “parque científico propio” .
El plan para este año prevé un aumento del 53% en el presupuesto para Defensa, que pasa de 6 500 millones de reales en el 2007 a 10 000 millones de reales (USD 5 714 millones), en el 2008.
Otros que gastan
El diario chileno El Mercurio publicó que Chile echó a andar un proyecto de renovación de equipos militares por USD 500 millones, que incluye compras hasta el 2014. El paquete comprende las adquisiciones de 10 aviones F-16 a EE.UU. y otros 18 de igual tipo a Holanda. Pero estos últimos son usados.
Adicionalmente, la Marina chilena ya dispone de un submarino de tipo Scorpene, bautizado O’Higgins, aparte de que se compraron tres fragatas. Los submarinos Scorpene disponen de seis tubos de lanzamiento para 18 armas de tipo convencional (torpedos). Y pueden permanecer bajo el agua hasta 50 días.
El Gobierno del Perú, en tanto, según el reporte de Infolatam, incrementó este año su presupuesto para Defensa a USD 450 millones. Se trata de uno de los mayores montos en la historia reciente del país.
Con 258 277 efectivos, el pie de fuerza militar en Colombia es el segundo más alto de la región, después de Brasil.
Fuente: El Comercio
1 comentarios:
Ojala que Chile con todo lo que ha invertido en armas lo justifique plenamente en un supuestamente choque con Perú, porque con tanta plata gastada solo veo armamento de segunda adaptado con tecnología, lo que nosotros con menos dinero hemos hecho y estamos haciendo compras más selectivas, efectivas y sin tanto derroche. Nuestra mira no es en hacer una carrera armamentista sino tener lo suficiente para tumbarnos todo su arsenal escondido y desenmascararlos de una vez por todas. Saludos desde Lima.
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