La semana pasada se conoció la información de que China habría enviado hasta las costas de Siria un buque anfibio con plataforma de aterrizaje, el "Jinggangshan".
De ser confirmada esta información, ello podría evidenciar un cambio en el comportamiento de China con respecto a los conflictos locales con la participación de EEUU. Es posible que pronto, China comience, al igual que Rusia, a emplear su flota para dar muestras de presencia, de entrega de respaldo político y de abastecimiento a sus aliados, sometidos a presiones por parte de Occidente.
No se puede descartar que, en un futuro, se realicen operaciones similares conjuntas con Rusia y justamente para la preparación de tal variante han estado destinadas las maniobras militares navales ruso-chinas de gran envergadura de los últimos años.
China había enviado antes buques de guerra a zonas de conflicto. En 2011, la fragata portamisiles "Liuzhou", que integraba la agrupación china apostada en el golfo de Adén, fue enviada hasta las costas de Libia para garantizar la seguridad de la evacuación de los ciudadanos chinos de ese país. Sin embargo, en este caso, el envío hasta el litoral de Siria del "Jinggangshan" puede tener otras razones. Según publicaciones de medios de difusión chinos, hacia finales de agosto quedaban en Siria solo cuarenta y seis ciudadanos chinos. Sin embargo, tiene poca lógica pensar en su evacuación con la ayuda de un buque de guerra con plataforma de aterrizaje y una capacidad de desplazamiento de 2800 toneladas. Un número tan reducido de personas podría ser más rápidamente llevado en otro transporte a un país vecino para luego repatriarlas a China en avión.
Rusia envía regularmente hasta el litoral de Siria buques de desembarco. El 4 de septiembre, una fuente perita en la situación de las relaciones militares ruso-chinas informaba de que justamente en ellos se lleva a cabo el transporte de armas a Siria. Rusia comenzó el empleo de buques de desembarco para ese fin, después de que, el año pasado, Gran Bretaña bloqueara el paso a Siria del barco civil de transporte "Alaid", que transportaba helicópteros reparados para el ejército sirio. A diferencia de un barco civil, un buque de desembarco no puede ser embargado, detenido ni revisado.
Las travesías continuas a Siria devinieron un fardo para las fuerzas de desembarco de la flota rusa, integradas por una cantidad limitada de buques pequeños y técnicamente obsoletos. Sin embargo, con el trasfondo de la operación que prepara EEUU contra Siria, hasta sus costas han sido enviadas una veintena más de buques de desembarco que, en caso de necesidad, pueden ser aprovechados para la evacuación de Siria de ciudadanos rusos.
Rusia y China han logrado éxitos impresionantes en el respaldo político al Gobierno sirio en su confrontación con las presiones externas. Y el prestigio creciente de China en los países en desarrollo lo induce a asumir una postura cada vez más dinámica en los problemas más agudos de la política mundial. Es probable que en un futuro no muy lejano veamos una participación más activa de China en coaliciones y no se puede excluir que en más de alguna situación pueda incluso asumir un papel rector.
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Fuente | http://spanish.ruvr.ru/
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