Según informó una declaración la comandancia general del ejército de Siria, aviones de combate israelíes burlaron los radares y atacaron la madrugada del miércoles un centro de investigación científica ubicado, en un suburbio de Damasco, la capital siria.
La declaración militar, transmitida por la televisión estatal, señaló que cazas israelíes penetraron el espacio aéreo sirio, y atacaron de manera directa uno de los centros de investigación científica del país, ubicado en el suburbio de Jumraya de la capital.
El ataque se produce después de muchos intentos infructuosos en los últimos meses, emprendidos por los "grupos terroristas armados", para capturar el sitio, se indicó en la declaración, la cual dio a entender que el ataque aéreo israelí cayó en el juego de los rebeldes.
En la declaración se indicó que la instalación era responsable de elevar el nivel de resistencia y de autodefensa, y agregó que el ataque provocó la muerte de dos trabajadores y dejó otros cinco heridos.
Los aviones de combate entraron por la región fronteriza del monte Hermón (al-Shaikh) a baja altitud, sin ser detectados por los radares, y se dirigieron hacia Jumraya, indicó la declaración, la cual calificó de infundados los informes de los medios que afirmaron que el ataque fue contra un convoy que presuntamente se dirigía de Siria a Líbano.
Medios occidentales señalaron que se cree que el convoy transportaba armas para el grupo militante libanés Hizbulá, un leal aliado de Siria.
Tras condenar la acción como una "intervención flagrante" en espacio aéreo sirio, el ejército afirmó que Israel es la fuerza impulsora y el beneficiario de los actos terroristas cometidos en Siria, en asociación con Qatar y Turquía.
La declaración señaló que la acción israelí no disuadirá a Siria de seguir apoyando los movimientos de resistencia, el más importante de los cuales es la causa palestina.
Tras condenar la acción, la declaración militar no indicó nada sobre una posible represalia a la agresión israelí.
Técnicamente, Siria ha estado en estado de guerra con Israel, desde su creación en 1948. Su enemistad ha aumentado debido a que la administración siria ha brindado apoyo a Hizbulá.
Israel quitó a Siria la meseta del Golán durante la guerra árabe-israelí de 1967. Siria libró otra guerra en 1973, después de la cual recuperó pequeñas partes de territorios que Israel había ocupado seis años antes.
Hasta la fecha, Israel no ha hecho ninguna reacción sobre declaraciones sirias, pero reiteró el mismo día su postura sobre Irán. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que mientras una acción militar estadounidense puede eliminar el programa de armas nucleares de Irán, un ataque israelí sólo representaría un revés temporal.
"(Un ataque) es una misión definida y específica que Estados Unidos es capaz de ejecutar a la perfección, mientras que nosotros somos capaces de causar un daño significativo", dijo Netanyahu a principios de esta semana a la Junta de Gobernadores del Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés), un grupo internacional defensor de Israel, según un informe publicado hoy por el diario Ma'ariv.
Las declaraciones se presentaron después de una pausa relativamente prolongdada, en los comentarios públicos de líderes israelíes, sobre el tema iraní. Netanyahu y el ministro de Defensa Ehud Barak, quien tiene previsto retirarse en las próximas semanas, insinuaron con anterioridad que Israel estaba preparado para realizar un ataque preventivo (solos de ser necesario), contra las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Teherán, si la diplomacia y las sanciones internacionales fallaban.
En una retórica aparentemente más moderada, Netanyahu dijo en su discurso pronunciado el lunes ante la AJC que la capacidad de Estados Unidos de detener con éxito el progreso nuclear de Irán, a través de una acción militar, depende del momento en que se realice: antes de que Teherán complete la segunda etapa del uranio enriquecido al 20 por ciento.
El programa nuclear de Irán ha sido el punto central de fricción entre Estados Unidos, y su aliado más cercano. Las tensiones llegaron a su punto máximo en septiembre, cuando Netanyahu criticó abiertamente a la administración de Obama, por negarse a establecer "líneas rojas" claras para Teherán, cuyo cruce provocaría una acción militar de Estados Unidos. En esas circunstancias, dijo Netanyahu, Estados Unidos no tiene el "derecho moral" de exigir que Israel se abstenga de atacar por su cuenta.
Vía | http://espanol.cri.cn/
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