El 'plan B' de Occidente atraviesa la frontera siria

Tras los constantes vetos rusos en la ONU, a los países de la OTAN se les está agotando la paciencia

Ejército turco apostado en frontera siria

bilbao. Turquía es la pieza clave del puzzle en el que se ha convertido el conflicto sirio. El vecino del norte sólo comparte frontera son Siria. Ankara pertenece a la OTAN mientras Damasco es aliado de Rusia. El gobierno sirio es cercano a la rama chií del islam, el turco a la suní. Los turcos miran a occidente, los sirios a oriente... En este contexto se convierte en el ariete ideal para interferir en el conflicto. Y es que tras los reiterados intentos de que la ONU apoyara una intervención militar extranjera, todos ellos frenados por Rusia y China, Turquía se convierte en la única puerta que le queda a occidente para entrar en el conflicto. La otra sería Israel, pero todo movimiento israelí sería rechazado, incluso por los opositores a Al Asad. No obstante, Tel Aviv ya tendría planeado cómo utilizar este conflicto.

Según señalaba a primeros del mes pasado el portal israelí Debka (algo así como el Wikileaks judío), oficiales turcos habrían asumido el mando de al menos dos de las brigadas rebeldes que combaten en el norte, la Brigada de los Libertadores del Norte y la Brigada Tawhid (la autora de los atentados con coches bomba en Alepo). Según Debka, la posible intervención militar en Siria ya ha sido analizada por las autoridades militares turcas con el director de la CIA, David Petraeus, el pasado 3 de septiembre, volando posteriormente a Israel para poner las conclusiones en conocimiento de Netanyahu quien ya ha puesto al Ejército en alerta.

y de paso, también a Irán Una de las hipótesis era utilizar un incidente fronterizo para dar pie a la entrada de la OTAN en el conflicto y, ante un posible movimiento de Irán e Hizbulá a favor de Siria, dar forma al ya elaborado plan de ataque a Irán. La reacción de Rusia, con intereses y hasta una base naval en Siria, estaría actuando de freno. Precisamente, 24 horas antes de que se desencadenara el incidente fronterizo que ha puesto a ambos países al borde de la guerra, la agencia Interfax señalaba que el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Guennadi Gatilov, había pedido a la OTAN que no usara a Turquía para "buscar pretextos para llevar a cabo planes bélicos" y aludió concretamente a un incidente fronterizo como la excusa buscada.

Esas declaraciones se hacían en la mañana del día 2, la noche del 3 se cumplió la profecía. Lo que la diplomacia rusa evita revelar es que quizás la solución al conflicto no esté ni en Washington, ni en Ankara ni en Tel Aviv, sino más cerca, en el propio Kremlin.

Vía | deia.com