Moscú, 1 oct (PL) La firma del acta de entrega a la Armada rusa del submarino nuclear de alcance estratégico "Yuri Dolgoruki" es inminente, confirmó hoy aquí el servicio de prensa de la empresa constructora Sevmash.
Todas las irregularidades detectadas por los inspectores especializados en control estatal perceptivo fueron eliminadas en la fortaleza dotada de cohetes balísticos intercontinentales R30 Bulavá (SS-NX-30 según la clasificación de la OTAN), aseguró la fuente.
El canal televisivo de alcance global Rusia Today informó que inicialmente el nuevo sumergible estará basado en la Flota del Norte.
La embarcación del proyecto denominado 955 Borei tiene 170 metros de eslora y 13,5 de manga en su parte más ancha, y su desplazamiento es de entre 14 mil 720 y 24 mil toneladas, con capacidad de desarrollar una velocidad de entre 15 y 29 nudos.
Dotado con medios que dificultan su localización, el ingenio puede alcanzar hasta 450 metros de profundidad y navegar con autonomía, sin emerger durante 100 días, según los fabricantes.
Los misiles Bulavá, con un alcance de ocho mil kilómetros, pueden portar de seis a 10 ojivas nucleares hipersónicas programadas, con 100 a 150 kilotones cada una, capaces de modificar su trayectoria en vuelo.
Estos cohetes están dotados de combustible sólido y se lanzan desde un submarino sumergido en movimiento.
Sus diseñadores afirman que son invulnerables a cualquier sistema moderno de defensa antimisiles por lo que constituirá la base del arsenal nuclear estratégico ruso en los próximos años.
La novedad de esta arma consiste no solo en su combustible sólido, sino que la ojiva atómica es un vehículo de reentrada múltiple independiente, lo que le permite realizar maniobras evasivas en su avance hacia el objetivo, señalan especialistas.
Puede eludir cualquier fase del interceptor terminal, lleva contramedidas como decodificadores y su cabeza nuclear está provista de escudos contra radiaciones, interferencia electromagnética y alteración física, añade la fuente.
Sus antecesores podían ser detonados a 10 kilómetros del blanco, pero la variante actual imposibilita la maniobra de intercepción, incluida la evasión de un disparo láser.
Al utilizar combustible sólido, puede mantenerse en alertas prolongados y ser lanzado en minutos, lo cual representa para Rusia un medio capaz de dar respuesta inmediata a cualquier ataque atómico.
Fallas en varias pruebas de disparos con misiles Bulavá provocaron fuertes críticas del Kremlin a los centros involucrados en su construcción, por los millonarios recursos destinados a su producción.
Rusia proyecta construir ocho sumergibles de esta clase para 2017.
Vía | prensa-latina.cu
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