EE UU Y LA OTAN TRAS EL DOMINIO TOTAL

EEUU tiene dos intereses fundamentales en la zona que vienen desde los años cuarenta del siglo pasado, cuando ocupó el lugar de Gran Bretaña como potencia hegemónica en el mundo. Dichos intereses son: en primer lugar, dominar las fuentes de energía... Uno de sus más altos representantes dijo que “si podemos controlar el petróleo de Oriente Medio, podremos prácticamente dominar el mundo”. El segundo interés es impedir que se implante la democracia. Es importante para EEUU y sus aliados que no haya democracia en la zona... (Noam Chomsky).

11/2/13

Una guerra dentro de otra en Siria

Una guerra civil dentro de otra está teniendo lugar, desde hace dos semanas, en el pequeño pueblo fronterizo kurdo-sirio de Sere Kaniye, en la provincia norteña de Hassakeh. Por Jonathan Spyer.


La localidad, conocida en árabe como “Ras al-Ayin”, ha sido testigo de intensos combates entre los rebeldes islamistas sirios y una milicia kurda.

Los rebeldes, liderados por la organización jihadista salafista Jabhat al-Nusra, están tratando de penetrar en la ciudad, en un intento aparente de socavar la zona autónoma kurda, y que se extiende de hecho hacia la frontera con Irak.

Hasta ahora, el YPG kurdo (Unidades Populares de Protección) ha logrado impedir que los jihadistas lo logren excepto en una pequeña cabeza de puente en la pequeña ciudad.

Los combates en Sere Kaniye indican la creciente transformación de la guerra civil siria desde la revuelta contra la dictadura de Bashar Asad en un conflicto multifacético en el que las diferentes comunidades étnicas y religiosas de Siria se pelean por las ruinas del país.

La zona autónoma kurda, en el noreste de Siria, surgió de facto el verano pasado. En aquel momento, las fuerzas del régimen se retiraron de la región, aparentemente en el marco de una estrategia más amplia en la cual Asad ha abandonado la mayor parte del norte de Siria para consolidar sus fuerzas alrededor de Damasco y en la región costera occidental.

Desde la retirada de las tropas de Asad, el enclave del noreste ha quedado efectivamente bajo el control del PYD (Unión Democrática Kurda), un partido kurdo sirio estrechamente vinculado a la guerrilla del PKK.

En un proceder que recuerda a lo actuado por el Gobierno Regional Kurdo en Irak durante la guerra civil en ese país, los kurdos han dejado en claro su intención de vedar el área que está bajo su control tanto a las fuerzas del régimen de Asad como a los rebeldes que luchan en su contra.

Este hecho no ha pasado desapercibido por las brigadas islamistas que conforman la vanguardia de la rebelión contra Asad, en el norte de Siria.

En una entrevista reciente con este reportero, Hadji al-Bab, uno de los comandantes de la poderosa Brigada Tawhid de Alepo, diferenciaba entre los kurdos que apoyaban a la revolución y los que estaban a favor de un “estado kurdo independiente”. El líder rebelde afirmó que este último grupo, de hecho, estaba actuando en coordinación con el régimen.

El comandante de Tawhid destacó que la integridad territorial de Siria no es negociable para los rebeldes y añadió que las minorías estarán protegidas en el “estado islámico”, que es la meta de la revolución.

Los primeros intentos de los rebeldes islamistas de irrumpir en el enclave kurdo se registraron en noviembre del año pasado. Sere Kaniye, situado en el borde de la gobernación de Hasakeh y sobre la frontera sirio-turca, era el primer objetivo natural.

Elementos de varias brigadas islamistas sirias, entre ellas al-Jabhat Nusra, Ghurab al Sham, Tawhid y al-Rasul Ahfad lucharon primero contra las fuerzas del gobierno que quedaban en la ciudad, pero luego se negaron a abandonar la zona tal como les solicitaron las autoridades kurdas locales.

Un intento de los combatientes islamistas de erigir puestos de control y comenzar a imponer normas islámicas extremistas en la ciudad, y el asesinato de Amed Xelil, un líder civil local kurdo, encendió la resistencia del YPG kurdo. En los combates subsiguientes, cuatro miembros del YPG y dieciocho rebeldes islamistas murieron, según fuentes kurdas.

Los enfrentamientos continuaron hasta el 22 de noviembre, cuando se estableció un frágil cese del fuego.

El coronel Riad Asaad, líder formal del Ejército Libre de Siria (ELS), criticó las acciones de los combatientes islamistas. Así, Asaad exhibió inadvertidamente la creciente irrelevancia de la dirección formal y secular del ELS.

Después de un período de calma, los rebeldes islamistas atacaron nuevamente Seri Kaniyeh, el 16 de enero. El 17 de enero, los combatientes de Jabhat al-Nusra entraron en la ciudad acompañados por varios tanques T-55.

Según fuentes kurdas cercanas al PYD, los combatientes islamistas entraron en la ciudad a través de la frontera turca. Los kurdos también sostienen que los combatientes islamistas heridos fueron trasladados al otro lado de la frontera para recibir tratamiento en los hospitales turcos vecinos.

Al menos dos de los tanques fueron destruidos por los combatientes del YPG. Se han registrado muertos en ambos lados. La lucha continúa. Los rebeldes islamistas no han logrado hacer progresos reales en Sere Kaniyeh, por el momento.

Los combates en esta zona constituyen un nuevo frente en la guerra civil siria. Desde noviembre, el régimen de Asad ha estado ausente de la ciudad. Las fuerzas del gobierno más cercanas están situadas mucho más al sur. En cambio, esta guerra es aquella en la que los rebeldes islamistas - aparentemente respaldados por Turquía - están tratando de socavar un área kurda autónoma y prevenir cualquier posibilidad de secesión.

Los acontecimientos en Sere Kaniyeh demuestran que ahora es un error pensar en la guerra civil siria como un solo conflicto, que enfrenta a la dictadura de Asad contra una insurgencia popular.

Los Asad, con todos sus muchos defectos, comprendieron una cierta verdad - que Siria, un país creado por el colonialismo británico y francés - carente de una identidad unificadora real podía ser mantenido unido solamente por la fuerza. La fuerza de la dictadura está ahora retrocediendo y consumiéndose gradualmente. Mientras esto sucede, los componentes incompatibles que se mantenían juntos comienzan a separarse.

El régimen mismo se está convirtiendo en una estructura que funciona en nombre de la minoría alauí. La insurgencia árabe suní también está dividida en función de líneas ideológicas y tribales. Los kurdos en el noreste de Siria, mientras tanto, están dejando en claro que no quieren saber nada ni con la rebelión sunita ni con la dictadura degradada. Al igual que sus compatriotas del Kurdistán iraquí, están tratando de crear un refugio defendible para ellos mismos. Los rebeldes islamistas están intentando - hasta ahora sin éxito - irrumpir en ese refugio.

La guerra dentro de otra guerra en el noreste de Siria, demuestra irrefutablemente hasta qué grado “Siria”, como país unido, ya no existe.

Vía | radiojai.com.ar

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