El líder de la oposición siria, Moaz Alkhatib, instó este lunes al presidente socialista Bashar al-Assad a tomar una postura clara sobre su iniciativa para llevar a cabo un diálogo, y añadió que su objetivo es poner fin al derramamiento de sangre y "ayudar al régimen a dejar el poder en paz".
En declaraciones dadas tras reunirse con funcionarios de alto rango de Estados Unidos, Rusia e Irán el fin de semana, Alkahtib dijo que ninguna de estas naciones tiene un plan para poner fin a la guerra civil en Siria y subrayó que sólo los ciudadanos de su país pueden encontrar el camino a seguir.
"Las grandes potencias no tienen una visión (para lograr una solución) Sólo el pueblo sirio puede decidir sobre la solución", sostuvo el líder de la Coalición Nacional Siria a la cadena de televisión Al Jazeera, según informa Reuters.
Alkahtib, un islamista moderado, anunció la semana pasada que estaba dispuesto a hablar con los representantes de Assad. A pesar de que estableció una serie de condiciones, la iniciativa fracasó porque muchos en las filas de la oposición insisten en una salida de Assad como condición previa para negociar.
El líder opositor dijo que no era "traición" buscar el diálogo para poner fin a un conflicto en el que más de 60.000 personas han muerto, 700.000 han tenido que huir de su país y millones más han quedado sin hogar y sin alimentos.
"El régimen debe tomar una posición clara (en el diálogo) y nosotros decimos que tenderemos nuestra mano por el interés de la gente y para ayudar al régimen a dejar el poder en paz", dijo Alkhatib al medio con sede en Qatar. "Ahora está en manos del régimen", agregó.
Assad anunció el mes pasado planes para sostener conversaciones que permitan poner fin a la violencia, aunque aclaró en esa ocasión que no habrá diálogo con "marionetas de Occidente". El discurso fue calificado por el enviado de paz de la ONU Lakhdar Brahimi como limitado e inflexible.
El levantamiento en Siria estalló hace 22 meses con protestas principalmente pacíficas que escalaron hacia una guerra civil, que enfrenta ahora a musulmanes suníes contra las tropas de Assad, quien pertenece a la minoría alauita y cuya familia ha gobernado el país durante 42 años.
La violencia ha dividido a las grandes potencias. Rusia y China han bloqueado proyectos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -respaldados por Estados Unidos, la Unión Europea y los estados árabes del Golfo Pérsico - que podrían haber dado lugar a sanciones de la ONU sobre Assad.
Irán, gobernado por chiíes, ha mantenido un fuerte respaldo regional hacia Assad.
Alkhatib dijo que el estancamiento de las acciones internacionales demuestra que sólo los sirios pueden evitar un desastre humanitario aún mayor.
Activistas informaron el lunes de enfrentamientos entre los combatientes del Ejército y los rebeldes en el este de Damasco y de bombardeos en las zonas controladas por la oposición en la ciudad de Homs, ubicada el centro de Siria.
El barrio de Jobar, en el extremo sudoeste de Homs, fue alcanzado por más de 100 cohetes durante la mañana del lunes, dijo un activista.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que 180 personas murieron el domingo en todo el país, entre ellos 114 combatientes rebeldes y soldados del Ejército.
Entre las fallecidos el domingo también hay 28 personas que perdieron la vida en un bombardeo a un edificio en el distrito de Ansari, en la norteña ciudad de Aleppo.
Los rebeldes y los activistas dicen que Irán y el grupo militante libanés Hezbolá han enviado combatientes para reforzar el Ejército de Assad.
Vía | martinoticias.com
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