Pyongyang responde con amenazas al Consejo de Seguridad de la ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU amplió las sanciones contra Corea del Norte por el lanzamiento de un misil el pasado 12 de diciembre.

La resolución fue aprobada de forma unánime. En respuesta, Pyongyang amenazó con incrementar su potencia militar y retrasar el cierre de componentes de su programa nuclear.

La resolución amplía la lista de organizaciones a las que se difunden las sanciones económicas impuestas con anterioridad. Éstas fueron aplicadas en los años 2006 y 2009 por las pruebas del arma nuclear efectuadas por Pyongyang. De hecho las sanciones cerraron los canales de financiamiento de las compañías norcoreanas que operan en el sector de las tecnologías nucleares balísticas.

Esta vez las resoluciones afectaron al Comité Coreano de Tecnologías Nucleares y a otras cuatro corporaciones vinculadas con la compra de equipos para el desarrollo de las tecnologías nucleares balísticas. En la lista negra ha sido incluido el Bank of East Land norcoreano. A través de esta entidad los capitales extranjeros ingresaban a Corea del Norte, al margen de las restricciones impuestas por las dos resoluciones anteriores del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Rusia, al igual que China, ha respaldado estas sanciones, aunque definió con precisión su postura: las medidas económicas que se impondrán a Corea del Norte deben ser elaboradas con toda minuciosidad. Para ello, el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, propuso que se accionen todos los mecanismos de la ONU. Moscú insiste en esto para que los miembros del Consejo de Seguridad y todas las partes que se verán afectadas por estas sanciones comprendan perfectamente las consecuencias de su aplicación. El director de los Programas de Investigación Coreanos del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de Rusia, Gueorgui Toloraya, dice al respecto:

—Es una postura correcta. Las sanciones no pueden ser aplicadas de forma indiscriminada. Pero temo que los norteamericanos no nos prestarán oídos y aplicarán sanciones incluso a nivel nacional, lo cual se difundirá automáticamente a otros países.

De hecho Pyongyang ha rechazado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. La reacción era previsible. Es similar a la postura adoptada frente a las dos resoluciones anteriores. Esta vez Pyongyang ha declarado que emprenderá acciones para apuntalar su poderío militar. Tampoco se excluye el incremento del potencial nuclear con fines defensivos.

Pyongyang advirtió que abandona el proceso de negociaciones a seis bandas, cuyo objetivo de poner fin al arma nuclear en la península coreana. Las negociaciones duran hace ya diez años con participación de EEUU, China, Rusia, Japón y las dos Coreas, nos recuerda el experto del Instituto ruso del Extremo Oriente, Konstantín Asmólov:

—La negativa a seguir participando en las negociaciones a seis bandas es una señal algo más alarmante, aunque los norcoreanos ya varias veces abandonaron estas negociaciones, daban portazos, y después regresaban. Por eso pienso que durante algún tiempo el proceso negociador quedará suspendido, pero después todo se arreglará.

Antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara la resolución, China advirtió que en respuesta a la ampliación de las sanciones Corea del Norte puede realizar una nueva prueba nuclear. Esto ocurrió en primavera de 2009. Entonces, el Consejo de Seguridad condenó el lanzamiento de un cohete, a lo que Corea del Norte respondió con una segunda explosión nuclear.

Precisamente por eso China se pronunciaba en contra de la aprobación de la actual resolución, proponiendo limitarse a una declaración del presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, es decir a una condena formal del proceder de Corea del Norte. Entretanto, dicha resolución ha sido fruto de prolongadas negociaciones entre EEUU y China. Al votar a favor, el embajador chino ante la ONU, Li Baodum, propuso complementar las sanciones con medidas de influencia diplomática sobre Pyongyang.

Vía | http://spanish.ruvr.ru/